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lunes, 7 de enero de 2013

ADICCIÓN AL AZÚCAR, PREFERENCIA POR LO DULCE


ADICCIÓN AL AZÚCAR, PREFERENCIA POR LO DULCE


Investigaciones recientes han identificado una asociación entre la historia familiar de los padres o la dependencia del alcohol y la adicción de azúcar en algunos de sus hijos biológicos.
Al igual que ocurre con algunas drogas conocidas como la cocaína y la heroína, en algunos animales, la ingestión de alimentos ricos en azúcar pueden cebar la liberación de dopamina. Se producen regulaciones similares a las que aparecen en individuos dependientes de drogas estimulantes o el alcohol. Esto se refiere es a veces como el síndrome de deficiencia de recompensa (Fortuna y Smelson 2008).  El exceso de azúcar sensibiliza la dopamina y también mu-1 receptores, similar a lo que ocurre con las drogas de abuso. Además, los investigadores informaron que un "retiro" de azúcar, puede provocar la depresión y la irritabilidad (Colantuoni et a!. 2002, 2001).
Además, estudios tanto en humanos y en animales han demostrado que en algunos cerebros el consumo de alimentos ricos en azúcar o bebidas primas, provocan la liberación de endorfinas de euforia y dopamina en el núcleo accumbens, de manera similar a algunas drogas de abuso. Las vías neurobiológicas de la droga y la "adicción al azúcar" involucran receptores neuronales similares.

Ansia de carbohidratos puede ser en realidad un inhibidor o deseo triptófano. La serotonina (5-HT) no sólo es el neurotransmisor antidepresivo primario, sino que también desempeña un papel crítico en la modulación del dolor. Además, la serotonina regula el sueño y el ritmo circadiano. No es de extrañar que muchas personas anhelen "comidas reconfortantes" en la noche. Los alimentos tales como galletas y leche, helados, pasteles y panecillos dulces elevar los niveles de serotonina y por lo tanto levantar el estado de ánimo de uno, modulan el dolor y ayudar a uno retirarse de las pruebas y tribulaciones de la época. (El triptófano es un tipo de aminoácido, y es  difícil de obtener  de los alimentos, pero es muy fácil de obtener a través de los carbohidratos).
La investigación ha aclarado que hay varios grupos de pacientes que presentan un antojo  crónico de carbohidratos. Estos incluyen individuos con bulimia, trastorno por atracón, obesidad, dependencia del alcohol, dependencia de drogas estimulantes y fumadores. También hay algunas investigaciones que muestran que los pacientes con estados de dolor crónico tales como la esclerosis múltiple y la neuropatía diabética tienen un ansia de carbohidratos notable.
También se ha observado que los hijos biológicos de padres y madres alcohólicos, en particular padres alcohólicos, están en mayor riesgo de tener una preferencia por lo dulce fuerte. y esto puede manifestarse en algunos de ellos con un desorden alimenticio .Investigaciones recientes han identificado una asociación entre la historia paterna de la dependencia del alcohol y una preferencia por lo dulce, o "adicción al azúcar" en algunos niños que son dependientes de sustancias. Algo que  pienso tendrá relación con lo anterior en que hay grupos de pacientes como pueden ser los alcohólicos que tienen un antojo crónico por los carbohidratos, algo que se podría pasar a los hijos en sus hábitos alimenticios. Incluso entre los mismos alcohólicos, Kampov-Polevoy y sus colaboradores (2003) observaron una diferencia importante en la preferencia por lo dulce entre los alcohólicos y controles no alcohólicos. La preferencia por los dulces se encontró en 65% de los sujetos alcohólicos, en comparación con sólo 1 6% de los controles no alcohólicos.


La preferencia por lo dulce o "adicción al azúcar" puede ser una conducta compensatoria para un sistema deficiente latente o beta-endorfina. Como tal, puede ser otra forma de automedicación para corregir una deficiencia neurobiológica.
Repasemos lo que se conoce hasta el momento. Como era de esperar, muchos individuos bulímicos y obesos tienen una preferencia por lo dulce y  a automedicarse con una variedad de dulces y azúcares para activar los circuitos de recompensa (p.e., Dopamina, beta-endorfina) como muchos alcohólicos o individuos dependientes de drogas. En estas personas, los alimentos provocan la liberación de dopamina y beta-endorfina en el núcleo accumbens y el área segmental ventral.
Ante todo esto surge una pregunta  ¿están los genes ligados a la dependencia por lo dulce? ¿Son los mismos que dan dependencia al alcohol? ¿Participan en la obesidad o bulimia? En el estudio se hace una referencia a algunos patrones presentes en los genes que pueden estar relacionados con la dependencia con los hidratos de carbono y con lo dulce, al igual que ocurre con otras dependencias. Parecen haber algunos marcadores genéticos comunes entre la dependencia de alcohol, bulimia, y la obesidad, tales como el gen alelo IA y el gen del receptor de dopamina 2.

CONCLUSIÓN DEL ESTUDIO
No hay duda de que cuando algunas personas comen caramelo,  la ingestión de dichos alimentos cambia dramáticamente su química sanguínea. Además, en algunos individuos, la ingesta de alimentos de carbohidratos o dulce tiene un efecto similar a la droga. Es decir, este tipo de alimentos profundamente cambian la química del cerebro. Este fenómeno parece tener algunas asociaciones genéticas con la historia paterna de dependencia por el alcohol. De hecho, algunas personas pueden  "auto-medicarse" con la comida. Como dijo Hipócrates: "La comida es la más antigua de las drogas"

Ref: Fortuna, J.L (2010). Sweet Preference, Sugar Addiction and the Familial History of Alcohol Dependence: Shared Neural Pathways and Genes. Journal of Psychoactive Drugs, 42:2, 147-151.


Con este estudio, pretendo aclarar que el azúcar y/o muchos carbohidratos son potentes adictores para nuestro cerebro, por ello es tan dificil deshacerse de ellos. Y como cualquier adicción, hay dos pasos imprescindibles, 1, reconocer la adicción y 2, saber que un poquito (por cuando decimos si por un poquito tampoco...), siempre es bastante, y que no es tan fácil dejarlo.

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